sábado, 15 de abril de 2017

EL KIOSKO DE LA CALLE ARFE

Entre la Freiduría y el Bar Arenal, en plena calle Arfe, existe desde hace aproximadamente una década, un puestecillo de prensa y chucherías de estilo moderno, muy del gusto impuesto por anteriores ayuntamientos de la ciudad, quienes a finales de la década de los 90 decidieron unificar a una serie de modelos de kioscos quizá más acordes al aspecto que la ciudad ofrecía en muchos lugares ( sobre todo de interés turístico, comprendiendo Casco Antiguo - Triana - Remedios - Rondas varias, etc. ), e incluyendo asímismo una comodidad y seguridad para el vendedor, superior a la que ofrecían años atrás aquellos puestos de chapa o madera, tan tradicionales entonces. La principal y única consecuencia de cara a la estética fue la pérdida de escenas seculares que durante tiempo inmemorial figuraron como parte del paisaje cotidiano de esta ciudad, desapareciendo para siempre aquellas cajitas de chapa plateada, madera verde, o rayadas en verde y blanco, que contribuyeron a barnizar calles y plazas de nuestra ciudad en un mosaico más costumbrista y personalizado, todo lo contrario a lo que actualmente se luce. 

Ejemplo de lo anterior expuesto fue el puestecillo de chucherías y prensa que se encontraba justo delante del ángulo formado por los números 4 y 8 de la calle Arfe ( según referencias catastrales actuales ). La imagen es de la década de 1980:



Ya el plano urbano de 1943 contemplaba en aquella localización las iniciales "Kco", en aquel lugar:  

Una visión más actual de lo que fue el emplazamiento del quiosco, la tenemos en esta perspectiva extraída Google Maps 2015:

En la primera mitad del 2000, el kiosco fue desmantelado, y Antonio, el propietario, pudo disponer de otro que se colocó más adelante, justo en el pico que hace esquina Adriano-Antonia Díaz, en la misma acera al lado de la Cafetería-Pastelería Los Ángeles, lo que fue antiguamente el bar Nápoles de Pepe Valera. Por supuesto, es una estructura bunkerizada, verde muy oscuro, que aquí no vamos a reproducir pues está a la vista para el viandante; carente del encanto que tuvo el viejo puesto, cuya original ubicación además, personalizaba un rincón idílico que llenaba de vida el lugar.

Según nos relataba el propietario, el kiosco fue adquirido por su suegro Manuel Muñoz, a otro previo dueño, en una versión anterior de madera, renovándose ya en los 80 con chapa, tal y como vemos en las fotografías. Emplazado en pleno universo castizo de la ciudad, Antonio recuerda haber vendido a personajes populares, incluyendo naturalmente a toreros como Antonio Ordóñez o Espartaco, quien iba a pelarse muy cerca de allí. 

Tejidos Arfe, Bar Nápoles, Almacenes Contreras, Ultramarinos en Arfe 10, Pescadería Arenal, Caja de Ahorros Provincial San Fernando, Calzados Ruiz, Mesón Sevilla, Bernardo Guerra, Bodeguita Arfe, la freiduría de Isabelita,  el kiosco de la esquina.....

Sevilladesaparecida continúa dedicando investigación y tiempo a espacios como estos puestecillos que poco a poco fueron desapareciendo, de los que sólo quedan algunos repartidos principalmente en barriadas más extramuros. Y recuerde, si usted regentó alguna vez uno de estos kioscos, contacte con nosotros, porque nuestra razón de ser es la de recuperarlos para la memoria colectiva. 


 

CINES ALMIRANTE Y OSARIO

La llegada de septiembre siempre anticipaba en Sevilla el cierre de la temporada de piscinas y también de aquellos cines de verano, que durante tantos años formaron parte del universo social de la ciudad.  Nosotros abrimos este mes de junio continuando con los reportajes sobre las salas estivales desaparecidas, proponiendo un paseo a lugares como la Puerta Osario, o Santa Catalina, espacios céntricos en donde hasta hace poco más de medio siglo -por impensable que hoy pudiera resultar- no era nada extraño ver alguna tapia blanquecina, encalada, con taquillas y carteleras enmarcadas en maderas azules, ocres, rojizas o verdosas; era, el habitual cine de verano que aguardaba en casi cualquier esquina. Fue la Sevilla del lento transcurrir del tiempo,  del olor al puchero, a jazmín, naranja amarga, limón; de la palmera en el patio,  del eucalipto en un lejano cruce...

CINE ALMIRANTE

En la década de 1930 fue abierta la calle Juan de Mesa, una nueva vía aprobada en el Proyecto General de Alineación Campana-Osario, abriéndose de esa forma un nuevo paso entre Almirante Apodaca y Ponce de León. Pues bien, en la acera de los pares, aún no existía la calle Francisco Carrión Mejías, abierta a partir de la segunda mitad de los 50, aprovechando parte de los terrenos anexos del decimonónico Asilo de la Mendicidad de San Fernando ( en el centro de la fotografía de la izquierda ), que fue derribado totalmente en 1950.

Perteneciente a la empresa del también cine Recaredo, el Almirante se encontraba en una explanada situada entonces justo frente a la Iglesia de Santa Catalina, hoy en día entre lo que son las calles Santiago y Francisco Carrión Mejías. La foto cenital de Google Maps nos ayuda a trasladar donde estuvo el cine:


Y aquí, en la visión aérea de 1945, se observa perfectamente el solar que comunicaba al Asilo de Mendicidad comentado. Apreciamos una carpa, ya que durante algún tiempo existió un circo allí afincado, hasta que en su lugar se colocaron las butacas, la pantalla, y el Cine Almirante comenzó a funcionar. Justo en la parte inferior izquierda, de la imagen, la línea oscura, que representa la actual callejuela Niño Ricardo ( Almudena ), que comunicaba con el también Cine Santa Catalina:


El cartel original anunciaba la inauguración de la temporada estival para el Almirante, en 1948, mencionándose entre paréntesis el solar de Santa Catalina como ubicación del cine:


En 1956 se procedió a abrir la calle Francisco Carrión Mejías, por lo que la vida del Cine Almirante llegó a su fin, tras una vida relativamente corta, acompañado siempre de cerca con el Santa Catalina, el que se llegó a convertir hasta su cierre en uno de los cines de verano más veteranos de Sevilla. Pese a todo,

CINE OSARIO

El primero de los tres reconocidos como Cine Osario, tal y como nos lo enseña más abajo el plano urbanístico de Sevilla de 1946, se encontraba entre las calles Almirante Tenorio y San Primitivo. En la década de 1950 empieza a ser anunciado en prensa como Teatro-Cine Osario ( a veces sólo "Cine Osario" ), pues debió ser un espacio amplio, ya que además de interpretarse obras teatrales, actuaciones musicales y proyectarse películas, también se celebraron combates de boxeo y también de lucha libre ( wresling, catch ). Sobre las veladas pujilísticas recabamos informaciones de prensa desde 1944 ( posíblemente las hubo antes ), mientras que acerca de la lucha libre a partir de los 50, hasta mediados de los 60, época ésta en que dejó de denominarse " Teatro ", para pasar a conocerse definitivamente como " cine ".  El espacio donde se encontraba la extensa sala, también aparece en algunos medios de prensa como " Terraza de Rialto ".





La segunda ubicación por la que conocemos se encontraba de nuevo el Osario, fue en lo que por entonces era el número 9 de la calle Gonzalo Bilbao, prácticamente casi lindando a Recaredo, si bien es cierto, no hemos conseguido averiguar en qué momento fue trasladado el local. Pese a las dificultades, un anuncio de prensa de 1956 habla de una persona fallecida en un accidente durante la construcción de una casa situada en la "calle Recaredo, en terrenos del antiguo cine Osario". Sin embargo, una información más autorizada y confidencial nos afirmaba que la ubicación de la sala se ajustaba más bien al primero de los emplazamientos, aproximadamente a la altura de un conocido supermercado. No obstante preferimos ser cautos y esperar los resultados que las nuevas investigaciones revelen.


Cierto es que el Osario, lugar que llevaba el nombre de aquella famosa Puerta de Sevilla cuya misma denominación es innata para definir esa zona, fue un lugar en el que al igual que otros establecimientos veraniegos, se practicaba también la lucha libre. Fueron tiempos en que aquel deporte estuvo muy de moda , al menos hasta mediados o finales de los años 60. Abajo, programa de esta actividad en el  cine Osario, que se podía ajustar perfectamente a los años de 1950: 

Tiempos de luchadores populares, tales como Marco el Maldito, Álvarez, Navarro, el Ángel Negro, Henry-Plata, Chauson, etc. Tiempos para muchos olvidados, para otros desconocidos, mientras que en Sevilla Perdida nos dedicamos a su estudio y recuperación.