viernes, 13 de octubre de 2017

EL CINE ALFARERÍA, EN TRIANA


Si en estos momentos pudiera ser posible el viaje en el tiempo, uno de los lugares de visita obligados para los nostálgicos de la Sevilla desaparecida, sería sin duda alguna nuestro barrio de Triana. Si de por sí, el arrabal del otro lado de la ciudad abarca una historia que se pierde en las raíces del nacimiento de Serva la Bari,también podemos afirmar que Triana fue un importantísimo emplazamiento cinematográfico en el devenir de la historia del cine hispalense. Hubo un tiempo en que los cines de verano abundaban en el corazón trianero: el Gran Cinema de Triana, el Avenida, La Estrella, el Gran Vía por Los Remedios, San Jacinto, el San Gonzalo....sillas de enea, puestecillos de higos chumbos muy fresquitos, agua en los botijos....La entrada de la magnífica Terraza de verano Alfarería, que tenía las letras rojas oscuras entre la cal de las paredes, como recordando al Sánchez-Pizjuán de aquellos finales de los 50 y mediados de los 60.

La vida del cine Alfarería fue una historia bonita pero con un final triste. En un principio, podemos decir que la nueva sala comenzó a funcionar a partir de finales de los 40; ello nos lo constata gran trianero y bético Alfonso Jaramillo, quien sí recuerda que por aquel entonces y desde la década de 1930 funcionaba el Gran Cinema de Triana, el cual dejó de funcionar cuando el Alfarería comenzaba a dar sus primeros pasos, allá por 1949, año en que se organizó una velada en el local, en la que actuaron el cómico Guarino, el cantaor Flamenco El Sevillano y otros notables artistas.

En los años 50 el cine era amenizado por una orquesta llamada Tropical. Aunque también hubo actuaciones memorables, de peso, como las de las ilustres llaves del cante, Manuel Vallejo y Antonio Mairena, en 1954. En aquellos años también se celebraron festivales artísticos de primavera organizados por el Ministerio de Información y Turismo, exhibiéndose cantes y bailes populares andaluces.

El cine Alfarería continuó con sus veladas y la inclusión del flamenco. El 23 de agosto de 1961 se celebró una interesantísima actuación en la que hizo aparición el extraordinario cantaor utrerano Enrique Montoya y la también excelente cantaora Antoñita Moreno. Veamos el anuncio:


Durante el resto de los 60, 70 y mediados de los 80, el Alfarería se consolidó como un cine clásico en Triana y Sevilla. En 1969, a través de las Organizaciones Corona, fue nada menos que Antonio Molina la principal atracción en los cines Alfarería, Arrayán y Candelaria; sin olvidar también las actuaciones de Emilio el Moro y la Niña de Antequera. El tiempo pasaba, pero el Alfarería no olvidaba su espacio dedicado a las voces de nuestras raíces musicales.

Al parecer, en 1975 el Ayuntamiento expropió mediante indemnización el terreno del cine a su arrendatario, por lo que el local pasó a ser propiedad consistorial posteriormente. Desde 1978, pese a que la sala continuaba proyectando películas regularmente cada verano, la decisión del consistorio fue la de ubicar en la finca un mercado para Triana, el cual se consumó de manera provisional. Una lástima el estado en que se llegó a ver el terreno del cine. Hasta hace poco se conservaban las letras, pero ahora...¿y si se hubiera quedado todo como antes?


Arriba, entrada original del Cine Alfarería, formato de a finales de los años 70
















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