viernes, 13 de octubre de 2017

¿ QUÉ NOS HA QUEDADO DE AQUELLA CHAPINA ?

la Exposición Universal

En 1950 como parte de la protección del puerto ante las posibles riadas, se cegó el cauce histórico del río en Chapina (conocida bajo ese nombre desde 1859), punto clave del equilibrio entre la ciudad y el río y el paso de éste por el ferrocarril y la red de carreteras. En 1959 se destruye el viejo puente de tablas. En la imagen de abajo, sección del plano de 1974 apreciándose la corta del río en Chapina:
Con la construcción de la corta de la Cartuja, el dispositivo defensivo del puerto que era Chapina, así como el muro del margen izquierdo de San Jerónimo, podrían ser desmantelados, al perder su función en el nuevo sistema de defensa. El Ayuntamiento de Sevilla encargó en 1982 un anteproyecto de reapertura del cauce y ordenación de Chapina. En 1985 la Consejería de Obras Públicas realizó los estudios de la viabilidad de la obra y del trazado del cauce, y, posteriormente, encargó el proyecto del puente que sustituiría el enlace viario existente sobre el rellano.

En 1965 la corta se comenzó a adecentar debidamente por ambos márgenes, llegándose a generar una fauna y flora propias. Mientras, en el margen Oeste, en 1965 se inauguraron las instalaciones polideportivas de Chapina. Abajo, almanaque de 1978 que por el reverso mostraba el como fue la zona chapinera hasta 1989, año en que se deshizo la corta. Sobre la enorme explanada existente entonces hemos dibujado la palabra fútbol, y es que, por aquellos años, los sábados por la mañana casualmente se organizaban pachangas y partiditos. En la actualidad y desde 1992 aquella zona quedó reducida prácticamente a la mitad. En la parte de abajo la carretera para Huelva:


Por aquellos tiempos, Chapina fue lugar no sólo de balompié improvisado, sino también de prostitución y droga transitoria, de homosexualidad encubierta y de parejas adolescentes. En los jardines de arriba (en la parte izquierda de la foto de arriba), en los que se bajaba de forma escalonada hacia la explanada, también se jugaba al balón sin que hubiera leyes que lo prohibiera. Un espacio que nunca fue publicitado para su uso, por lo que a muchos nos causaba una impresión paradisíaca, que en nuestros días puede parecer impensable debido no sólo al carril-bici, sino también a la masificación del lugar. Abajo, desde la parte trianera de Chapina que comunicaba al parque a través de la pasarela que vemos. También aparece una vista del arbolado que a modo de terraplén ponía fin a los jardines: al fondo Plaza de Armas. La fotografía pertenece al libro de Joaquín Arbide " Sevilla en la retina", y está tomada en 1986:



En la zona Oeste, como dijimos anteriormente, se construyeron a mediados de la década de los 60 las instalaciones polideportivas. En su momento fueron importantes para la ciudad, puesto que incluían una enorme piscina pública de carácter olímpico, así como también pista de atletismo con gradas incluidas. En 1968 fueron escenario de la marcha de la antorcha olímpica hacia los Juegos Olímpicos de México 68. La primera perspectiva de abajo nos enseña una visión aérea del polideportivo con la piscina a su derecha:


A continuación, momento del pebetero olímpico en 1968, en la parte de Triana, en une extremo de Chapina. Coincidió con la primera urbanización del Paseo de la O. El ambiente, claramente intimista con poco público y mucho espacio. Ese marco era el hasta finales de la década de los 80 podíamos disfrutar. Posiblemente, en la parte de atrás del público sentado en la foto, a la derecha, se hallaría un tradicional edificio de 1929 que vemos en la siguiente imagen, cuya fachada intentó salvarse mediante contrafuertes una vez que derribó parte de la casa, aunque la fachada finalmente se perdió. En los 70 y 80, parte de la construcción en su derecha, fueron clubes de alterne y whisquerías. Actualmente, ya con otra estética, es el Hotel ABBA-Triana.



Casi al lado del  Puente de Triana, abajo, el Barranco, en 1973 antes de su primera restauración. En el 70 dejó de ser lonja del pescado. Las Naves del Barranco en Sevilla, construcción de hierro y cristal de bóvedas de cañón, diseñadas por el ingeniero Eiffel y encargadas en 1876 a la fundición sevillana Portilla y White, Cía., han sido punto de información turística, sala de exposiciones y albergue improvisado de indigentes y de ser propuesto para sede de la televisión municipal y para un centro de interpretación de la Semana Santa. Han visto pasar multitud de proyectos, porque al parecer los gobernantes desconocen el concepto de dejar las cosas tranquilas como el edificio de la izquierda del Barranco. Desde los 90 es camino de la terraza Capote, escaleras abajo.


 Con la destrucción del tapón de Chapina cuyos jardines han quedado menguados de forma ostensible, de la piscina y el complejo deportivo, finalizaron casi 30 años en la zona de una ciudad que al entrar en los 90 y en  la globalización se perdió el punto intimista -salvo fechas y lugares puntuales- que reinó durante generaciones enteras. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario