viernes, 13 de octubre de 2017

PERSPECTIVA SOBRE LA ALAMEDA DE LOS 70 Y 80

La Alameda de Hércules sevillana no guarda ni por asomo la configuración que fue mostrando desde finales de los años treinta hasta la incluso de fines de la década de 1980.

El contexto y entorno del gran bulevar sevillano que yo vivi y conocí, era un lugar en el que predominaba un mobiliario de cierta estética costumbrista, el cual había ido abandonándose progresivamente; todo ello bajo la anuencia de las sucesivas corporaciones gubernamentales, quienes a lo largo de sus mandatos trazaban continuos proyectos orientados a cambiar la zona, en aras de mejorar la habitabilidad del lugar y, de camino, especular con el suelo. Sitio éste, tal como decíamos antes, dejado de la mano de Dios. Sin embargo, un espacio tan extenso en las puertas del Centro de la Ciudad y dentro del Casco Histórico, ofrecía un hermoso bocado para la especulación urbana y de suelo, en líneas generales.

Pero en este blog nuestra intención es recuperar la memoria de la Sevilla de los años 70 y 80, dejando atrás la Alameda Histórica: la romana, la renacentista de Conde de Barajas...o sin ir más lejos, aquella floreciente que conocieron nuestros abuelos o bisabuelos, y sobre la que se ha escrito tanto.
Debemos de centrarnos en la Alameda de la Transición Española; la Alameda de tierra con los parterres y las verjas, dividida en tres secciones desde 1939; de los antiguos prostíbulos; del Casino Ferroviario donde por la noche se establecían partidas de póker que por aquel entonces estaban prohibidas; de aquellos personajes populares como el "Joseliqui" o María "La tonta"; de Chispitas, de la cafetería Las Maravillas; de los domingos solitarios....



Arriba, foto-postal de un extremo Alameda de Hércules, realizada desde el antiguo y desaparecido colegio San Luis Gonzaga, el cual alberga actualmente una pizzería, aunque conserva gran parte de la fachada primitiva. Esta imagen puede datar de finales de los años 60, sin embargo la tipología es la misma que se conservó hasta la última reestructuración de la Alameda, a mediados de la década del 2000. Ya en los años 70 y 80, la superficie contininuaba siendo de tierra arenosa amarillenta, mientras que los parterres y setos estaban en su mayoría secos, al igual que la imagen del jardín rectangular central. Sin embargo la misma configuración continuó durante años y años.

 
Actualmente, sólo los hércules permanecen intactos, al igual que los leones del otro extremo, mientras que 
sobrevive una cantidad de árboles mucho menor al que hubo entonces, siendo muchos de ellos derribados.



Arriba, una imagen del desaparecido Cine Ideal, tomada en 1978. A principios de los años 90, este histórico Cine de Verano, situado en la C/ Jesús del Gran Poder, aún era comparable en solera a los también desaparecidos Santa Catalina o el Alfarería trianero, fue un lugar lúdico en las noches del estío sevillano. Tiempos para películas de Bruce Lee, Terence hill y Bud Spencer, allá por los 70 y 80.... Casi frente a él se hallaba una Casa de Las Sirenas totalmente abandonada y en estado ruinoso; hace algunos años fue restaurada en su totalidad, siendo ahora un edificio perteneciente al Distrito del Ayuntamiento de Sevilla. Sin embargo, aunque la fachada del Cine se conserva (a excepción de la puerta de entrada y el portalón de su derecha), ahora es una vivienda. El Cine Ideal fue inaugurado el 27 de noviembre de 1922. En 1985 estuvo a punto de ser derribado, ya que el PGOU contemplaba prolongar la calle Becas a través del Cine Ideal y salir a la calle Sta. Ana.

Escena tomada en 1978. La imagen se compara con la siguiente, ya actual (abajo). Vemos un día cualquiera en la vida de La Alameda, con los proxenetas paseando en Niño Perdido y Joaquín Costa. Al fondo del todo, en la derecha observamos parte de lo que fue la nueva whiskería "La Vaquita" -con el letrero de cerveza "Águila dorada"-, que se trasladó al número 18 hasta 1981. Vemos un Seat 127 a la derecha de la calle, justo pegado a la entrada del desaparecido bar "Seire". Sabor añejo de unos tiempos que no volverán.
La primera fotografía, realizada el año pasado, muestra al fondo un antiguo prostíbulo que en 2009, fecha a la que corresponde la imagen, ya estaba cerrado, mientras que actualmente (2011) es una casa ya reformada en la que pone el cartel de "se vende". A la izquierda también había otro par de" casas de putas", concretamente dos, ya en deshuso y en espera de la piqueta o de las reformas. La casa del fondo, concretamente el número 20, fue, con una configuración distinta, la famosa whiskería "La Vaquita", que sufrió un incendio el 19 de enero de 1973, falleciendo en ella seis personas: cuatro chicas de la barra, el encargado y un cliente; cerrándose de esa forma una de las crónicas negras de La Alameda. Según gentes del lugar que vivieron aquellos hechos, todo sucedió por un problema surgido entre un visitante y una de las camareras del local. El cliente, tras ser expulsado, juró volver para vengarse. Poco tiempo tardó en cumplir su amenaza, ya que regresó con una lata de gasolina con la que roció la entrada del establecimiento, generándose un incendio que provocó las muertes
Otro de los cambios que se efectuaron en La Alameda, afectaron a edificios que se hallaban abandonados, mientras que otros locales de negocios particulares que por aquel entonces duraban muchísimo, también desaparecieron con el paso de los años. Un ejemplo claro, fueron el antiguo Colegio de párvulos y de hasta tercer curso de Enseñanza General Básica San Luis Gonzaga, que era un edificio del Siglo XIX, esquina Trajano-Alameda, justo enfrente de la antigua academa "Realito", fue cerrado en el año 1978. Otra empresa que estuvo destinada al cierre, fue el establecimiento de quinielas Chispitas -muy popular por la imagen del gato negro-, el cual cerró sus puertas casi a finales de los 90. A la izquierda, esquina del San Luis Gonzaga, ya abandonado en 1981 y en el que se colgaban por aquel entonces carteleras de cines como los Regina, Apolo, Cervantes, Trajano, Multicines Alameda, etc. A su izquierda hubo una barbería también cerró allá por el 80. En la actualidad es un restaurante-pizzería; abajo, Chispitas, en 1972.
La configuración de los acerados de la Alameda actual, al igual que otras decisiones municipales, finiquitaron también otros elementos curiosos, tales como las paradas del autobús así como los quioscos de la zona, siendo estos últimos cambiados de lugar y de estética. En la imagen de abajo, vemos la parada de los buses que iban a Pino Montano, en 1980 ( y San Jerónimo, así como un kiosko y unos árboles que ya no existen. A la derecha y al fondo, al final de la acera, se hallaba el también desaparecido bar-restaurante Las Maravillas, el cual se mantuvo cerrado desde la primera mitad de los 90, hasta que fue sustituido por un local mucho más impersonal para la zona. Al frente del todo, la administración de quinielas Chispitas.

EL MERCADILLO AMBULANTE: DE LA ALAMEDA AL CHARCO DE LA PAVA

1978 fue el año en que de una forma inesperada se fueron colocando los primeros puestos ambulantes en la zona de la Alameda los domingos por la mañana. Aquellos primeros asentamientos fueron poco a poco extendiéndose por el bulevar hasta terminar por ocuparlo por completo a principios de los años 80.

El mercadillo ambulante tuvo larga vida, pues hasta el 2002 mantuvo su cita semanal. Casi veinticinco años de existencia fueron borrados de un plumazo y los vendedores se vieron obligados, por decisión del Ayuntamiento, a tener que trasladarse provisionalmente a Torneo. De allí pasaron al Charco de la Pava, para posteriormente asentarse cerca del Estadio Olímpico.Sin embargo, durante su transcurso, el mercadillo proporcionó muchísima vida a la Alameda sevillana. Los bares de la zona hacían su negocio nada menos que en domingo, y los transeuntes podían pasear y hacerse con antiguedades o artículos de segunda mano.Abajo, escena habitual de un domingo por la mañana del año 1979, en la Alameda. Con los Hércules al fondo, el mercadillo enriquecía con su vida al bulevar alamedano, en aquellos solitarios domingos. Ya hace años que dejó de existir.


LOS QUIOSCOS QUE DESAPARECIERON

Otros elementos predominantes durante los años 70 y 80, fueron los kioskos. En aquella Alameda existieron más de una decena, los cuales recorrían el bulevar en toda su longitud. Normalmente solían ser de color verdoso, verde y blanco, otros inclusive de metal plateado a partir de la segunda mitad de los años 70.

El mundo de las leyendas urbanas, con el paso del tiempo, también llegó al mundo de la Alameda. En concreto, una historia popular fue la de un kiosko que durante muchos años se halló ubicado cerca de la Casa de Las Sirenas; en dicho establecimiento, por lo visto, se proporcionaban pastillas anticonceptivas sin receta médica.

 Ya en la década de los 90, la mayoría de los quioscos fueron desapareciendo.A principios de 2000 las órdenes municipales sobre el cambio de estética fue afectando a estos negocios, los cuáles fueron cambiando su configuración; mientras que también paralelamente se les fue otorgando otra ubicación. Abajo vemos el antiguo kiosko de Maruja, en 1978, que últimamente permanece un poco más allá de su lugar habitual. Debajo de la foto, el quiosco en la actualidad.


 Otros de los quioscos habituales: el de la "Sorda" (arriba). En 1974 se hallaba, según la imagen, frente a Chispitas, entre la calle Amor de Dios y el comienzo de la Alameda; hoy en día es la esquina de un derribo abandonado desde hace años. Se mantuvo hasta principio de los 90, pero ya cerrado en sus últimos años. Abajo, veremos el kiosko de Manuel, propietario durante muchos años de este puesto. Hasta 1976 se hallaba justo al lado del Casino ferroviario, hasta la construcción del enorme edificio color blanco que sustituyó a unas casas antiguas, y que aún permanece; por lo que fue llevado al frontal del Casino. Con ese color metal se mantuvo hasta su retirada del lugar, en 2010.


EL CAMBIO DE LA FISONOMÍA: OTROS NEGOCIOS DESAPARECIDOS

 La evolución de muchos locales de la Alameda, fue algo que a partir de la segunda mitad de los 90 cambió la fisonomía del entorno. Algunos recordarán los Recauchutados Cala, la barbería que estaba en el edificio del colegio San Luis Gonzaga, o la papelería que se hallaba en la antigua Academia de Realito.

Arriba, Recauchutados Cala, que cubría el principio de la Alameda, haciendo esquina con la calle Barco. Era uno de los talleres que permanecieron durante años en la zona, hasta que a finales de los 80 dejó de existir. Anteriormente, fue la desaparecida taberna "Los Majarones". Pese a que la imagen es en B/N, la parte del local era amarilla con franjas azules. En la actualidad (imagen de abajo) su espacio está ocupado por un bar de estética gay.
En las imágenes siguientes, perteneciente al año 1978, veremos el antiguo Casino Ferroviario, que existió como tal hasta finales de los 80. Posteriormente se cerró durante algunos años hasta que a principios de 2000 se convirtió en un video o dvd club, tal y como se conoce actualmente. Ya desde los años 40, el Casino figuraba en la Guía Gómez Zarzuela como lugar de recreo y asueto para los jubilados ferroviarios. Una vez que cerraba al final de la jornada, en la parte de arriba se hallaba un garito en el que se establecían timbas de cartas, allá en los 70 y en parte de los 80, cuando el juego estaba prohibido.


Para finalizar el primer bloque sobre la Alameda, a continuación una joya, un reportaje de Juan Sebastián Bollaín, realizado en 1978, que trata sobre la vida cotidiana en la Alameda, en vistas a uno de los proyectos del Ayuntamiento de entonces cara a la remodelación del bulevar. Pese a que aquellos planes no se llegaron a realizar, al final lo consiguieron. El convertir la Alameda en un lugar lúdico y habitable le cambió la configuración, pero también la identidad, ya que el sosiego y la sensación de estar en un lugar, en un "submundo" dentro de la ciudad, se perdieron.











2 comentarios:

  1. ¡Hola! Me ha encantado su publicación, muy completa y clara. ¿Podría recomendar bibliografía sobre la etapa de la que nos habla? Gracias.

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  2. Que pena de la Alameda.

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