viernes, 13 de octubre de 2017

AQUEL CAMINO DE 1986 HACIA PINO MONTANO ( 1 )

A Ricardo Losada, por los tiempos aquellos

La vida de los seres humanos está compuesta de un cúmulo de historias y vivencias particulares; una vez que relatamos algunas, tal vez pudieran parecer interesantes  y otras más sencillas para el resto de mortales que las escuchan. De algunas de ellas podemos extraer enseñanzas, moralejas; de otras, tal vez algún matiz distinto que llamara la atención. Sin embargo, a veces hay situaciones, relatos personales que sólo podrían representar algo importante cuando, tras el paso de los años, quienes las vivieron así lo consideran por lo que a veces rememoran.

La historia de hoy, aunque su contenido, repetimos, es el caso que hemos insinuado al final de la entrada del texto; nada importante para los demás, importantísimos recuerdos de quien escribe y a quien va especialmente dedicado este relato.

Ustedes, sabrán perfectamente donde se halla Pino Montano, al igual que sus alrededores más cercanos. Nuestro propósito no es hablar sobre la Historia del barrio de manera específica, aunque sí muy someramente, porque será el escenario del desenvolvimiento de esta historia: La primera barriada de bloques de esta zona (la de los "oficios") fue entregada casi a mediados de los años 70, en lo que podríamos situar entonces el sector más alejado del norte, por el Patronato Municipal de la Vivienda. Unos años después, en 1980 u 81, quienes llegaron a ser los nuevos vecinos de la zona de "Los Mares", mediante iniciativa propia, procedieron a ocupar las viviendas que en un principio se negaban a entregárselas, conociéndose durante algunos años aquellos bloques como la barriada de la "patá".

Aquí estamos, tras aquel 31 de junio de 1986. Fuimos en el autobús de la línea 13 hasta Pino Montano, a visitar a mi familia. Al rato, dejé la casa de mi tía y fui con mi amigo Ricardo a dar una vuelta por los alrededores: pasamos por San Diego y, acto seguido, más adelante, cruzamos hacia una zona abandonada y casi salvaje que se hallaba en frente. A la derecha, quedaban las chavolas; a la izquierda, tras un trecho de campo, la "Terraza Bar Dúplex", es decir, era el cine de verano "Dúplex Cinema", del que tenemos noticias de prensa desde 1980 hasta finales de esa década. En su extremo izquierdo se había ubicado una especie de discoteca de verano. No conocíamos a nadie pero tampoco nos interesaba. Nuestro propósito era bailar aquellas canciones del momento que tanto nos gustaban. Transcurrido un buen rato, cuando pusieron las sevillanas, nos fuimos porque vimos que allí ya no pintábamos nada. Cosas de la edad, pero también en aquellos tiempos.en los que un adolescente, por poco que se alejara del Casco Antiguo, podía perderse entre extensiones formadas por paquetes de suelo abandonado. Entonces, Sevilla era, como se decía, "un pueblo grande". Con todo más focalizado y reducido, era normal que encontraras a conocidos y amigos de forma inesperada. Eso mismo nos sucedió a Ricardo y a mí, cuando, pasando por los bloques del viejo San Diego, nos encontramos con un compañero del Instituto, Francisco José, que estaba jugando al fútbol con otros chavales en una pista de tierra que se hallaba acogida por los bloques de la barriada, pero que al final no quiso venirse con nosotros a aquella terraza de verano. Aquello sucedió sobre las 18-18'30 de la tarde, y un rato después alcanzamos la entrada de la "Terraza-Bar Dúplex".

La verdad es que, aunque continué hasta 1999 realizando el trayecto línea 13-Pino Montano (Mares), no me fijé en como se desenvolvieron los cambios por la zona, por aquel lugar. Aunque Ricardo y yo alguna vez que otra mencionábamos aquel día, el día que bautizábamos como el de "¡ rome el hielo, Fran !" (porque no me atrevía a salir a bailar en la pista); Fran, que es la manera  por la que me llama Ricardo desde 1984, cuando nos conocimos en el  aquel  "Colegio Julio César", que más bien parecía estructurarse como un  instituto, donde se impartían clases de los desaparecidos BUP y BUP de la "Reforma", junto a Graduado Escolar,  en cuya clase nos conocimos.  Sin pretender extenderme en más detalles que vienen menos al caso de esta historia, el otro día, fuimos los dos a ver lo que es ahora el sitio. Yo seguí sin recordarlo con exactitud, pero él sí estaba más seguro de explicar  lo que fue aquello. En base a sus explicaciones y al recuerdo que a mi vista evocaban los bloques de San Diego, Los Carteros y el "Camino de los toros", aún a riesgo de equivocarme,  he  interpretado este plano de Google Maps de la siguiente forma:




Por el momento estamos esperando una vista aérea de la zona, realizada en 1985, mediante una solicitud cursada al servicio de reproducción de fotografías aéreas de la Junta de Andalucía. En pocos días iré a recogerla y la colgaré en el blog.

Para un mayor repaso visual del lugar, seguimos solicitando encarecidamente fotos de aquel sitio: del Dúplex Cinema, las chavolas, etc. Tal vez, alguien que nos haya leído conserve alguna imagen de por aquel entonces.

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