viernes, 13 de octubre de 2017

CONVENTO DE LA ASUNCIÓN, DERRIBO POR OMISIÓN

Las décadas de los 50, 60 y 70 fueron prolíficas en lo referente al derribo de edificios históricos de la ciudad. Aquellos años, junto al período del siglo XIX, con los "ensanches" y  la "Gloriosa" de 1868, fueron los peores momentos para el urbanismo sevillano: murallas, puertas, palacios, casas señoriales, y un largo etcétera de construcciones arquitectónicas, muchas de ellas auténticas joyas, desaparecieron dejando a Sevilla sensíblemente mutilada en su patrimonio etnográfico. Por todo ello, sevilladesaparecida , dentro de sus márgenes, propone recordar aquello que fue y que nunca debió dejar de ser.

En esta ocasión, dentro de un entorno muy del Romanticismo sevillano como es la Plaza del Museo, hablaremos de uno de los edificios demolidos en el decenio de 1960, como fue el Convento de la Asunción de Nuestra Señora (mercedarias calzadas), lugar que durante siglos perteneció a la estética romanticista de un enclave que, pese a que aún conserva cierto sabor, desde la Puerta Real hasta el Duque no se parece casi en nada a lo que fue.


Dª María Zapata de la Fuente y Martel, viuda de D. Luis Manrique de Almonte, junto a las hermanas Jerónima de Aguilar y Teresa Rojas, fundaron el Convento de la Asunción bajo la obediencia del  provincial de los mercedarios sevillanos fray Luis de Peñaranda.

Se les otorgó la escritura el 24 de abril de 1567, que incluía el espacio donde se edificaría tanto el convento como la iglesia del mismo. Este lugar, formado por un núcleo de casas, abarcaba parte de la calle de las Armas (Alfonso XII), Abad Gordillo y San Vicente.

La iglesia y la escalera principal se proyectaron a partir de 1612 mediante trazas encargadas nada menos que al insigne Juan de Oviedo y de la Bandera, a la sazón entonces Maestro Mayor de la ciudad. En 1615, las obras fueron adjudicadas al maestro albañil Juan de los Reyes.

Juan de Oviedo (1565-1625), exponente de la arquitectura sevillana en la transición del XVI al XVII, fue además  un magnífico escultor y retablista. En el campo de la construcción religiosa, además del Convento de la Asunción, se le debe el Convento e Iglesia de la Merced ,  Convento de la Encarnación de Belén (demolida en 1881), Iglesia del Convento de San Benito, Portada del Convento de Madre de Dios, Portada de la Iglesia de Santa María de Jesús, donde interviene también como escultor.y retablista, etc. Según Francisco Pacheco, Oviedo participó en el templo conventual de San Leandro. Su obra artística es extensísima, llegando incluso a colaborar junto a Martínez Montañés y otros artistas en la creación del Túmulo de Felipe II.

En 1625, Oviedo falleció en Salvador de Bahía, Brasil, durante una batalla, realizando funciones de ingeniero militar.

La planta del templo de la Asunción era de cajón, es decir, rectangular, de una sóla nave, con coro alto y bajo a los piés; tres tramos, receptáculos para los retablos laterales y cubierta con bóvedas y lunetos separados con fajones. La cabecera estaba cubierta por una cúpula de media naranja, separada de la nave por un amplio arco toral. Las características de la nave eran muy similares al de San Leandro.

En la primera mitad del siglo XVIII se realizaron restauraciones diversas en el Convento, debido al estado de antiguedad de las casas sobre las que se asentó la fábrica.

En 1868 el Convento fue suprimido por la Junta Revolucionaria marchando las religiosas al Convento del Socorro de las franciscanas concepcionistas que aún existe en la calle Bustos Tavera. Sin embargo, en el acta de incautación figuraba "la falta de efigies en los altares laterales y la falta del frontal del altar mayor, así como los coros también desalojados. El portero del Convento, D. José Gallego Millán afirmó entonces que la abadesa autorizó a una cuadrilla de operarios llevarse aquel material artístico, del que afortunadamente aún se conserva lo más florido, como por ejemplo el retablo mayor, empezado por Luis de Figueroa en 1630, ahora en el Colegio de Santo Tomás (C/ San Vicente), o un magnífico azulejo de la Asunción (ha.1600) ahora en el Museo de Bellas Artes:


En 1871 las monjas solicitan la devolución de la iglesia y del convento. Las negociaciones son infructuosas por lo que las religiosas comienzan a pedir en pueblos y parroquias , retablos procedentes del convento  que estaban diseminados, concediéndolos en depósito la autoridad eclesiástica. Como mencionamos antes, muchos objetos fueron recuperados, otros no.

Las monjas tampoco recibieron indemnización alguna, por estar ya vendido el Convento, hasta que en 1895 permanecen en la Comunidad de Santiago de la Espada, habiendo recuperado con el paso del tiempo diversos objetos perdidos.

El Convento de la Asunción no volvería a recuperar su antiguo esplendor. Poco después de la "Gloriosa" se convirtió en un club republicano. A principios del siglo XX  la iglesia fue utilizada como almacén de maderas (no hay palabras para ello) y parte de ella fue adquirida por la Iglesia Española Reformada Episcopal, existiendo junto a ella la Iglesia Anglicana de San Jorge. Abajo, el edificio, tal vez de una fotografía tomada a finales de los años 50. Su aspecto exterior junto al de otras construcciones similares conferían a la Plaza del Museo un aspecto rancio, señorial y sosegado que hace muchos años que si no perdió del todo, modificó..

En la siguiente imagen, interior de la iglesia, convertido en un depósito de madera. La imagen habla por sí sóla. El Convento de la Asunción fue un ejemplo más de aquellos crímenes urbanísticos y artísticos que jamás debieron suceder. En su lugar se levantó un bloque de lujosos y amplios pisos, igual pudieron ser nuevos almacenes. Era la "moda" de la época.






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