viernes, 13 de octubre de 2017

CINES DE VERANO EN 1982, A VISTA DE PÁJARO ( 2 )

La segunda parte de la serie dedicada a las salas veraniegas cinematográficas que funcionaron en el estío de 1982. Las fotos tomadas desde el aire nos llevan a otra época. 

CINE CRUZ ROSA: Conocemos que comezaría a funcionar sobre 1972. Regentado por los hermanos Ángel y Manuel García Herrador, quienes también poseían además otras salas en la ciudad, como Sinaí, Montecarlo y Begoña. En este cine trabajó el empleado Francisco Pinto, quien falleció en 1985 mientras trabajaba en el cine del Prado de San Sebastián. 1984, época de apogeo del vídeo, fue el último año del Cruz Rosa. Ubicación: entre las calles Torcuato Pérez, Hermanos del Río Rodríguez y Juan Manuel Rodríguez Correa.


CINE VENECIA: Localizado al final de la calle Samaniego. Propiedad de José Luis Ugalde, propietario del que también fueron el Cine Maite Capitolio ( ambos en Los Pajaritos ). Normalmente acudía el público de la zona de San José Obrero. Inaugurado en agosto de 1979, funcionando hasta 1983. En 1984, apareció el Cine San Pagés, sala que funcionó por aquel lugar; sin embargo, la esposa de José Luis Ugalde, Rosario, nos comentaba que su esposo no tuvo nada que ver con esa sala, aunque lo que no podemos afirmar es si ambas instalaciones fueron la misma pero con diferente nombre. En la imagen se puede apreciar perfectamente la pantalla rectangular blanca, bajo las letras en rojo de Padre Isla:


CINE CAPITOLIO: Como dijimos antes, también propiedad de José Luis Ugalde Echevarría. Establecido en la calle Candelería, llegó a "rivalizar" con el cine del mismo nombre de la barriada: el Candelaria, el cual cerró en 1977 y al que le dedicamos un artículo hace un par de años: http://www.sevilladesaparecida.com/2011/09/articulo-sobre-el-cine-candelaria.html .

Su inauguración parece fijarse al verano de 1962, aunque sabemos que un año antes estaba más o menos construido y las edificaciones que lo cerraban aún no existían. A partir de 1983 no tenemos más referencias del cine. En la imagen siguiente, de 1982, ya está rodeado de manera muy curiosa:


TRIPLE CINE: Fue el primer multicines en salas al aire libre. Sabemos que perteneció al onubense Rufino González Jiménez, propietario del también Dúplex Cinema, del famoso Club Ye-Ye, en 1966, que se encontraba en el Patio de San Laureano, o de un Cine de 4 salas en el Prado (1989-90-91). En la actualidad es el dueño del restaurante El Buzo. El Triple Cine surgió en 1980 y se instaló en terrenos en Eduardo Dato, del Sevilla FC, en una esquina aledaña al Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. Las tres salas del cine, A, B y C, estaban destinadas a para distinto tipo de proyecciones; así, la primera emitía filmes de calidad; la segunda, cine más comercial; la tercera, cine sólo para niños. En esa última sala se prestaba especial atención a los pequeños, a modo de guardería, hasta que los padres acudieran a recogerlos. La cabida del Triple Cine ascendía a 600 personas y, según su propietario, la especialidad del bar era la tortilla de patatas.

La perspectiva, en cuatro distancias distintas, nos muestra la visión del cine, al lado de Eduardo Dato; la primera y tercera son de 1980. Aún no existían los grandes centros comerciales que parecen embotellar la zona; en las restantes ya se está comenzando a edificar y el cine está orientado en otra posición.

Hasta aquí, la segunda serie de los cines de verano que, conjuntamente, unos más nuevos y otros más antiguos, formaron parte del panorama del celuloide estival en 1982. Características como el estaticismo y lo autóctono, entonces sobresalían en aquel tiempo que se empezó a considerar posteriormente como la "pre-Expo", algo que nos parece que podría causar impresión de menoscabo y descalificación hacia la Sevilla de entonces, que es la que algunos, al menos algunos, todavía añoramos. Aquel gran microcosmos.



1 comentario:

  1. ¡Ay, qué tiempos aquellos!

    Eran muy frecuentados, una costumbre muy arraigada. Yo los conocí en sus últimos coletazos, me gusraban...
    Pedazoz de sevillanía que reboza tu blog, enhorabuena, buen trabajo, Rafael.

    Un abrazo.

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