viernes, 13 de octubre de 2017

EL CINE ANDALUCÍA, EN LA RONDA DE CAPUCHINOS

Haciendo un poco de Historia, hacia 1310 la sevillana Ronda de Capuchinos fue un lugar conocido por Degolladero de los Cristianos (Anales). Más adelante, en la transición del XVI al XVII era popular por los torneos o justas que allí se celebraban. Entrado aquel último siglo, ya a partir de 1627, el sitio de Capuchinos comenzó a mencionarse, debido a un convento fundado por frailes del mismo nombre ubicado en las cercanías a la Puerta de Córdoba. En aquel cenobio, el culto y devoción a una imagen muy venerada dio lugar a que el tramo que hablamos pasara a conocerse como la Ronda de la Pastora. Sin embargo, el Plano de Padura, de 1891, impone la mención por la que se trata actualmente, salvo un paréntesis que duró desde 1931 a 1936, en que el nombre fue avenida de Blasco Ibáñez.

Como espacio extramuros lindante al recinto urbano, la Ronda soportó vertidos de residuos, tanto alpechín, por parte de los molinos aceiteros situados en la calle Aceituno, como también otras aguas residuales; se formaban inmundas lagunas, originando malos olores y demás perjuicios para la salud. No obstante, la vía comienza a urbanizarse a mediados del XIX, construyéndose para tal fin un paseo arbolado. A partir del comienzo de la demolición de las murallas ( 1870 ) el tramo es afectado por diversas alineaciones que culminarían en 1966 ( justo este mismo año, cuando se cometió villanamente demolir el histórico barrio de San Julián ). A la par se parcelan y venden terrenos, los cuales comienzan a ocuparse por industrias, siendo pionera la Fábrica La María, en 1885. El adoquinado sucede en 1904 y el tranvía pasa a partir de 1910, mientras que luz, agua y alcantarillado se introducen un año después....

La histórica Ronda de Capuchinos llegó a ser hasta no hace mucho, un lugar que, debido a su amplitud y relativo alejamiento del Casco Histórico, sirvió no sólo de tránsito como hasta ahora, sino también para el ocio y el esparcimiento. Eran otros tiempos, y conceptos como la masificación y el estrés quedaban lejos para la gente de aquel momento, que sólamente sabía de multitudes en momentos concretos. Las actividades de barrio, autóctonas, se imponían, proliferando sitios de recreo, que a partir de los años 40 del pasado siglo se configuraban en las salas de baile, terrazas y cinematógrafos.

El cine de verano, espacio lúdico fundamental en la Sevilla de hace setenta u sesenta años, fue también parte de la vida cotidiana en la Ronda de Capuchinos, abundando diversas salas, sobre todo estivales, tales como el Cine Capuchinos, el Campoamor ( entrando en la Carretera de Carmona ), el Flor, la Terraza Victoria o el Andalucía, protagonista del articulo de hoy.

Las primeras informaciones que hallamos sobre un cine llamado Andalucía se leen en la prensa sevillana a principios de 1940, pues un anuncio nos decía lo siguiente:

Sin encontrar anterior reseña de aquel "Andalucía", al igual que de su ubicación, cierto es que esta sala Fernando Poo no debió durar mucho, ciñéndose su existencia en torno a 1936, según anunciaban en el mismo periódico los propietarios del Fernando Poo.

Pero la verdadera historia del Andalucía comienza en 1946, ya que es el primer año en el que tenemos noticias, figurando como propietaria la empresa de Don Luis Rojas, sobre el que no hemos encontrado nada; eso sí, el teléfono del local era el 351587 y se ubicaba en el número 5 de la Ronda (actuales 16-17), del que también formaban parte la fábrica de Extractos Curtientes y el Bar La Llave.

A continuación, dos imagenes cenitales de la zona: 1º) 1944Fotografía: Vemos parcelado el primer tramo de la calle La María (faltando el segundo hasta 1948), con la fábrica textil; mas B: Hospital de la Cruz Roja; C: Dispensario; A: Solar donde se ubicó el cine, aún sin construir. 2º) 1945-46Plano en que señalamos la sala, supuestamente en construcción.



La inauguración oficial de la sala se produjo en junio de 1947 con la proyección del film mejicano "Al son de la marimba". (Imagen cedida por Pedro Merayo León):

El Cine Andalucía se mantuvo fiel durante muchas décadas, superando finalmente la competencia del cercano y más veterano, el Capuchinos, que cerró a finales de los 60. No obstante, ambos cines, al igual que el Osario, Campoamor, Santa Catalina, Trinidad, Capitol, etc, fueron predio de la época dorada de las veladas lucha libre en Sevilla; si bien el Andalucía mantuvo aquellos espectáculos hasta casi su desaparición. Desde mediados de la década de 1940 hasta 1968 o 1969, aproximadamente, los escenarios de catch y de lucha grecorromana, prometían excelentes entradas en los cines. Abajo, cartel anunciador de una velada en los sesenta:

De esa forma, por el Cine Andalucía de verano pasaron los mejores luchadores sevillanos, del resto de España mas una pléyade de extranjeros. Hablamos de hombres como Tagua "El Zíngaro", Carlos Moll, Álvarez, "Catarecha", Jesus Chausson, Morlan, Nino Pizarro, Modesto Aledo, y tantos otros. En la imagen de abajo, Benito Galán durante un combate, al fondo, la pared picada del cine:


El Andalucía navegó perfectamente durante la década de los 70, hasta que a partir de 1982 el video llegó y se convirtió en el "rey" de la casa y el sustituto del cine. Aún así, las salas estivales fueron languideciendo y extinguiéndose. La última noche de nuestro cine fue la del 14 de septiembre de 1986, emitiéndose la película de Chuck Norris Los valientes visten de negro. De esta forma se decía adiós a 40 años de tabiques encalados, selecta nevería, pipas, altramuces, la luz roja colgada, la salamanquesa en la pared y todos aquellos elementos que formaban parte de una cultura en la que el ver la proyección significaba otro segmento más. También sabemos de un cine de invierno con el mismo nombre, ubicado en una nave aneja al de estío, del que hablaremos en otra ocasión.


Y esto es lo que sucede con las generaciones actuales, que cuando una tradición no se conserva ni se lega, se encuentra condenada a la desaparición....a cualquier precio.


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