viernes, 13 de octubre de 2017

ULTRAMARINOS DESAPARECIDOS ( 2 )

Comenzamos la segunda entrega del espacio relacionado con las tiendas de ultramarinos inexistentes desde hace años en el Casco Antiguo sevillano, que en esta ocasión nos lleva a dos lugares muy diferentes dentro de la configuración conocida de la Ciudad, pero que entre ambos guardaban una clásica relación, tanto en antiguedad como en tradición. 

ULTRAMARINOS LA MONEDA

Situado en una de las calle con más enjundia y solera de Sevilla, Almirantazgo, y en el mismo corazón del Postigo del Aceite se encontraba uno de los comercios de ultramarinos que llegaron a ser más célebres a partir de la segunda mitad del siglo XX. Justo en 1950, enfrente de lo que fue la desaparecida barreduela del Alfolí, que en 1906 formó parte del ilustre Cinematógrafo Salón Gaumont, se fundó por Felipe Justel Santamaría, comerciante de raíces montañesas, la tienda La Moneda, que venía a sustituir el espacio de unas antiguas oficinas. Al parecer, aquel despacho de ultramarinos debió su nombre a otra tienda que ocupó parte de una finca, frente a la Casa de la Moneda, en la calle Adolfo Rodríguez Jurado, que fue derribada para la construcción del edificio del Banco Exterior de España. Abajo, plano de lo que fue la tienda de ultramarinos, con el mostrador (m), dividiendo el espacio principal:


Estaba compuesta por dos habitaciones: despacho al público y almacén. Tenía tres accesos, dos en el frontal y otro en un lateral que comunicaba con una casa vecina. El mostrador era recto, de madera pintada y tapa marmórea. También se encontraban las clásicas sillas para los clientes.

Los tiempos actuales han pasado, al igual que por encima de otros establecimientos tradicionales, también por los ultramarinos La Moneda. En su lugar hay un excelente, recogido y coqueto bar-restaurante con el mismo nombre. Pero como todo va paralelo a los tiempos, nuestra apuesta no cambia por nada del mundo el contexto cotidiano de aquel pasado por el actual, por el panorama del espacio, el costumbrismo, la sencillez, la tranquilidad....


ULTRAMARINOS LAS BALEARES

Haciendo esquina entre las calles Baños y Redes, se encontraba esta tienda de alimentación que en 1963, Celso Vime García, la adquirió, pues existía desde una fecha anterior que desconocemos. De esa forma, junto a los ultramarinos El Carmen, al que dedicamos un espacio en el capítulo anterior dedicado a estos establecimientos de comestibles, son por el momento dos los encontrados en Baños y que, además, debieron ser coetáneos durante muchísimos años.

Estaba compuesta por tres habitaciones: despacho, trastienda en un lateral y trastienda al fondo. El acceso, único, era por la calle Baños. El espacio para las ventas era de unos 6 metros de ancho y cuatro de largo, mientras que el mobiliario se componía de estanterías de madera pintadas. Los rótulos ocupaban el frontón a modo de relieve saliente: Ultramarinos, Chacinas, Conservas, y en cursiva Las Baleares.

Ubicada frente al que fue el antiguo Cuartel del Carmen y formando parte de una vieja manzana de casas que linda por detrás con la Plaza del Duque de Veragua. En su lugar, la tienda ha sido sustituido por una tetería que conserva la antigua denominación.

Desde estas líneas, sevilladesaparecida.com valora positivamente los comentarios recibidos tanto en el portal de la red social Facebook como en la web betislibre.com, en agradecimiento a la fidelidad de los lectores y seguidores del blog dentro de este apartado dedicado a las tiendas de ultramarinos de Sevilla, que seguirá con nuevos y más variados reportajes sobre la misma temática.

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