viernes, 13 de octubre de 2017

AQUELLA CALLE ARJONA

Continuando con el repaso a las zonas aledañas al río Guadalquivir, dedicaremos este espacio a la calle Arjona, una arteria habitualmente de tránsito y de paso hacia el nudo de Triana-Reyes Católicos y Torneo, continuidad también del Paseo de Colón. Hablamos de un lugar que en esencia se mantiene a lo largo de la Historia de nuestra ciudad pero que sin embargo su fisonomía fue objeto de cambios radicales a partir de finales de los 80 y a principios de los 90, periódo en que la Exposición del 92 fue la causa principal de la desaparición de muchos espacios tradicionales por el que transcurrieron generaciones enteras.

La calle en cuestión fue configurada en los años de 1860 aprovechando una de las zonas extramuros de la ciudad que se hallaba entre las puertas de Triana y Real, en la Edad Media era conocida como Ribera, para denominarse en el Siglo de XIX  Plaza de Armas, Campo de Bailén, Campo de Paradas y Campo de Marte, debido a los desfiles y usos militares a los que se destinaba el lugar. Otras denominaciones fueron las de Perneo -por el mercado de cerdos que había- y Muladar -en algún lugar de la calle, debido a lo insaluble del sitio-. Si en la década de 1860 fue bautizada como Arjona, en los años siguientes volvió el baile de denominaciones hasta recuperar su nombre en 1880.

El espacio fue configurándose debido a los planes de ensanche aplicados debido a la llegada del ferrocarril, recogidos en los planos del arquitecto Balbino Marrón en 1859. La obra definitiva se ejecutó a partir de 1875: recitilínea y ancha, plasmada como un paseo que alineaba la actual Plaza de la Legión, por delante de la fábrica de Portillo y empalmaba con el comienzo de Reyes Católicos. En 1904 fue adoquinada.

Abajo: Extracto del Plano de Álvarez-Benavides de 1868, en el que la línea roja representaría una aproximación del espacio de Arjona. En la parte superior del tramo vemos la Fábrica de Gas y la Fundición de Hierro de Portilla, mientras que llegando al extremo inferior observamos el Almacén de Maderas del Rey, al que ya dedicamos un espacio en esta web.

En el paisaje de la Sevilla de los años 60, 70 u 80 del siglo pasado, la calle Arjona presentaba una actividad similar a la actual, con mucho tránsito e intensa actividad, marcada por la cercanía de la Estación de Plaza de Armas, la Estación de Autobuses Damas, Puente de Triana y Reyes Católicos; mientras que su caserío es posterior a los años cincuenta, al sustituirse los edificios fabriles en la acera de Chapina, conservándose la antigua Lonja de pescado del Barranco, construida en 1876. En el XIX, el Barranco era en los días navideños, según Luis Montoto: "feria de peros, castañas, nueces, turrones, cañas dulces y demás golosinas que alegran las Pascuas, amén de mercado de zambombas y panderetas con las que se acompañan las canciones de la Nochebuena".

Aspecto de la Lonja, actualmente. El lugar ha sido algo reformado y tras diversos usos parece da la impresión de permanecer cerrado:



Aspecto aéreo del Servicio Fotogramétrico de la Junta de Andalucía: un tramo de la calle Arjona en marzo de 1985. 1) Antigua Lonja del Barranco; 2) Pabellón Asociación Sevillana de Caridad, edificio de 1914 de Aníbal González; 3) Almacén de Maderas del Rey, de 1835, convertido en Estación de los coches Damas para Huelva; 4) Jardines de Chapina; 5) Kiosko de cristales.


Hasta aquí una visión de los elementos más notables de Arjona. Sin embargo, para el recuerdo quedan algunas construcciones como la que vemos abajo, cuya utilidad desconocemos pero que sabemos que hasta finales de los 70 o principios de los 80 se mantuvo intacta. Posteriormente hubo una plazoleta, que vemos en la anterior perspectiva cenital, al lado de la Lonja. La imagen de abajo es de 1978.

Entre el llamado por el Ayuntamiento "mobiliario urbano", término éste del que discrepamos, aún permanecen para algunos en el recuerdo los hermosos kioskos que se hallaban situados en la acera impar de la vía. El primero de los que vemos a continuación se ubicaba a la altura aproximada de lo que ahora es la Administración de Hacienda. Las obras de Arjona a principios de los 90 acabaron con él pese a las protestas que se pueden leer: "nos lo quieren quitar". Poco importaba la antiguedad del kiosko.


El segundo de los dos puestos se encontraba en la misma acera que el anterior, casi al frente de las cocheras de Damas. Creemos que podría ser el mismo que ahora está en una ubicación similar, pero muy reformado, de cristales. Ambas imagenes pertenecen al libro "Sevilla en la retina", de Joaquin Arbide.

A pesar de la desaparición de los kioskos tradicionales, la edificación en la zona que daba a su espalda con Chapina, la aparición del carril bici, el túnel, la masificación en la estación, el continuo cambio de negocios, etc; a veces, da la impresión que la calle Arjona aún conserva parte de su esencia, como la de un lugar en que un poquito de la frontera y lo perdido, lo solitario y lo marginal todavía se pueden encontrar.... si uno se lo propone.


4 comentarios:

  1. Se echa en falta la pequeña estación de la partían los autobuses que iban a Gerena Guillena etc en la que había un bar queccreo recordar se llamaba Rona

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  2. Este ultimo lo regento un tal Hipolito y luego fue de Pepe y despues se lo quedo su cuñado Manuel ....era mi cuartel general junto a mis colegas ...antes nos sentabamos a comer chuches y luego cervezas

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