LA CALLE AMOR DE DIOS: RESTOS DE UNA ÉPOCA DESAPARECIDA
Desde el cruce de la calle Lasso de la Vega-Tarifa hasta llegar a la Alameda de Hércules, transcurre la antigua calle Amor de Dios; una vía que según documentos del siglo XIII era denominada como la "Pellejería", lugar este donde se instalaba el gremio de pellejeros y que se extendía hasta la calle Santa María de Gracia. Mas su denominación actual procede del XV cuando en se ubicó el hospital conocido como el del Amor de Dios. Sin embargo, uno de sus tramos en el último tercio del XVII se conoció por el de "Don Pedro Ortiz de Sandoval", debido a que allí se suponía estuvo el palacio de dicha ilustre familia, compartiendo cercanía con la casa de los también conocidos Ortiz de Zúñiga, el número 6, antigua sede de la Cruz Roja española, que en parte del siglo XIX pasó a ser sede de correos. El hospital del Amor de Dios ocupó parte de la calle Delgado, por donde estuvo el cementerio del hospital. Algunos autores sostienen el definitivo nombre de la calle se alcanzó en 1845 (sólo se rotuló), el plano de Olavide de 1771 ya nos lo mostraba (abajo). En 1860 el hospital fue demolido, elevandose en aquel sitio un teatro llamado Lope de Rueda.
Desde el Instituto San Isidoro, según afirma el historiador González Moreno, aún se ven algunos muros del hospital. El San Isidoro fue construido en 1845 donde existió anteriormente el colegio de San Pedro de Alcántara.
En 1877 se inauguró el teatro Cervantes, el cual desapareció para que se construyera el cine de su mismo nombre, que aún subsiste en la actualidad.
Sin embargo, la calle Amor de Dios nos ofrece perspectivas más acorde al objeto de las décadas que este blog comprende. Ya mencionamos que el número 6 de la calle fue la sede de la Cruz Roja en nuestra ciudad, durando cuando menos hasta principios de los años 90, mientras que sobre el Instituto San Isidoro, su fachada a esta calle adquirió su configuración actual en los años 60. No obstante, Amor de Dios, debido a su extensión y ubicación céntrica, vio como en ella se establecieron numerosos comercios, desapareciendo la mayoría de ellos en la década de 1990 o a principios del 2000. Movidos por el afán de rescatar aquello que aún pervive de otros tiempos, no tenemos más remedio que hablar de la Droguería Martín, el negocio más antiguo de la calle Amor de Dios. Abajo, fotografía realizada en 1992. Este comercio no ha variado en su estética en más de treinta años.
D.José María Martín es el actual propietario de esta antigua droguería, la cual adquirió por herencia. Anteriormente fue un bar hasta que en 1900 se definió en la rama a la que pertenece. José María, nos comenta que lleva "toda la vida en el local" y que ha visto como por la zona surgían y desaparecían numerosos negocios, aunque el suyo ha pasado a ser el más antiguo en funcionamiento. El propietario nos hablaba de otros lugares que hubo en décadas anteriores: "enfrente, durante los 60-70 se hallaba la tienda de Heute, que era de repuestos de bicicletas-motos", aunque hubo otros negocios diferentes ; mientras que a la derecha de la droguería existió durante los años 70-80 el pequeño bar Riosol, justo en lo que desde hace algunos años es un antro gay. La droguería resiste el paso de los años, y es de esos lugares no tradicionales que, debido a su antiguedad conservada, es punto elegido para los "grafiteros", esas hordas que de madrugada se dedican a imponer su impronta temporal sin importarles nada de lo que hay:
Pero uno de los pequeños tesoros de la Historia de la ciudad se conserva en la parte superior del tabique exterior izquierdo de la droguería, que comunica con la calle Morgado: los "herculitos" de la Alameda. Descubiertos en 1940 por el padre del actual propietario del local en el mismo lugar donde ahora se hallan, según Santiago Montoto pudieron ser los bocetos de la estatua de Hércules que realizara para el bulevar alamedano el escultor Diego de Pesquera en 1574. El arquitecto Antonio Delgado Roig, cuando se reconstruyó la casa, colocó dichas esculturas en hornacinas que él mismo elaboró. Abajo, imagen de los "herculitos" en la actualidad:
Abajo, otra imagen del tramo de la calle Amor de Dios: Droguería Martín, Bar Riosol, Concesionario BMW y Hostal Regente. Los tres últimos, desaparecidos hace años.
En la calle Amor de Dios también existen otros negocios que a veces pueden dar la sensación de que pasarán a la historia de manera inminente.. Es en el trocito que se halla inmediatamente después del Instituto San Isidoro; en concreto, tres locales: un estanco, un taller de relojería y una papelería. Entre los dos últimos estuvo un negocio reciente, una tiendecita de venta y compra de plata llamada Taxco, que ahora da la impresión de estar cerrada si vemos la fotografía siguiente a la de abajo. Estos comercios comprenden los números 24 y 26 de la calle.
D.José María Martín es el actual propietario de esta antigua droguería, la cual adquirió por herencia. Anteriormente fue un bar hasta que en 1900 se definió en la rama a la que pertenece. José María, nos comenta que lleva "toda la vida en el local" y que ha visto como por la zona surgían y desaparecían numerosos negocios, aunque el suyo ha pasado a ser el más antiguo en funcionamiento. El propietario nos hablaba de otros lugares que hubo en décadas anteriores: "enfrente, durante los 60-70 se hallaba la tienda de Heute, que era de repuestos de bicicletas-motos", aunque hubo otros negocios diferentes ; mientras que a la derecha de la droguería existió durante los años 70-80 el pequeño bar Riosol, justo en lo que desde hace algunos años es un antro gay. La droguería resiste el paso de los años, y es de esos lugares no tradicionales que, debido a su antiguedad conservada, es punto elegido para los "grafiteros", esas hordas que de madrugada se dedican a imponer su impronta temporal sin importarles nada de lo que hay:
Pero uno de los pequeños tesoros de la Historia de la ciudad se conserva en la parte superior del tabique exterior izquierdo de la droguería, que comunica con la calle Morgado: los "herculitos" de la Alameda. Descubiertos en 1940 por el padre del actual propietario del local en el mismo lugar donde ahora se hallan, según Santiago Montoto pudieron ser los bocetos de la estatua de Hércules que realizara para el bulevar alamedano el escultor Diego de Pesquera en 1574. El arquitecto Antonio Delgado Roig, cuando se reconstruyó la casa, colocó dichas esculturas en hornacinas que él mismo elaboró. Abajo, imagen de los "herculitos" en la actualidad:
El estanco, que vemos abajo en una imagen retrospectiva, fue abierto por D. Manuel Marrero Acosta en 1943. La joyería parece ser muy posterior y la papelería "Lápiz y Papel" es claramente de los 80, nutriéndose principalmente de la clientela formada por los alumnos de Instituto San Isidoro. Sin embargo, el letrero colocado de "liquidación" da que pensar sobre su continuidad. Sería triste que la estampa que todavía contemplamos sea sustituida en un futuro venidero por negocios más impersonales o transitorios, típicos de la época que vivimos.
Pero la calle Amor de Dios, tuvo en los años sesenta, setenta u ochenta, otros comercios que cerraron, como por ejemplo, el bar "Sevilla 82", cuya superficie fue absorbida por el gimnasio "Sevilla Gym", a principios de los 2000; también el cine de películas "x" conocido como "Abril", abierto en los 70 y cerrado también en los 90, o la papelería que se hallaba en el número 4 de la vía, propiedad de Ramón Obrador Montseny que subsistía desde 1940 y en la década de los 90 cerró para ir transformándose en una serie de negocios de corta duración (abajo del todo, imágenes comparativas). Salvo "Casa Carreras"-trasladada recientemente a otro número de la vía- y la tienda de discos usados "Sevilla Récord", el espacio más antiguo en el casco antiguo sevillano dedicado a ese menester (abierta desde 1986, foto de abajo), el resto de comercios más antiguos pudieran ser de los noventa, como el "Sevilla Gym", abierto en 1996 por Diego Poley Solano.
Amor de Dios es un exponente más de la transformación sufrida por los comercios tradicionales sevillanos, comenzada a partir del decenio de 1990. Evidentemente, el proceso continúa, aunque la actual crisis parece haber frenado la especulación. Que no siga la crisis, pero que continúen las tiendas de siempre.
A dia de hoy ya la drogueria está muerta. El hostal lo regentó, la tia de mí padrastro, doña Carmela y su esposo don Antonio Gil.
ResponderEliminarAllí, pase muchos dias viendo series y comiendo natillas de 2 en 2, y jugando a los futbolines en el bar 82 .
Que recuerdos mas bonitos!!!!
Ahora hay otros edificios por la calle que van por el mismo camino, mucha reforma, mucho piso turístico y nada de historia.
La que yo llamo, la Sevilla a parches.
En el local número 30 entre la droguería y la pensión Regente existía una peluquería de caballeros y posteriormente las hermanas del peluquero abrieron una sombrerería y en el año 1968 al 1972 se instaló el BAR LA TRUCHA
ResponderEliminar