viernes, 13 de octubre de 2017

EL CINE LOS REMEDIOS, DE BENITO VILLAMARÍN

El barrio de Los Remedios de los años 84, 85 u 86 fue una zona repleta de bares juveniles, pubs discotecas; en una de ellas, el Piruetas, que abrió concretamente en 1985, uno de los porteros del local un día me comentó que aquello unos meses antes había sido un cine, una sala muy conocida y prestigiosa en el mundillo de los cines sevillanos. En 1958, aquel nuevo barrio de Sevilla que aún estaba sin terminar, pudo tener un cine propio al igual que siempre los hubo en la vecina Triana.


Por entonces, Benito Villamarín, que ya era presidente perpetuo del Real Betis Balompié, poseía negocios inmobiliarios en Los Remedios y se puso manos a la obra para construir un cine invernal que pudo ser durante muchos años el de mayor aforo de la ciudad con 1.400 butacas. los arquitectos Espiau y Recansens confeccionaron una enorme sala con patio y platea. Concebido también como sala de teatro en una reforma posterior, contaba con 28 metros de embocadura, es decir, la mayor de España, así como una escena de 200 metros cuadrados. El vestíbulo era de un gusto exquisito, repleto de mármoles y cuadros al estilo francés del XIX. 



El 6 de abril de 1958 se procedió a la inaguración del salón mediante una ceremonia en la que acudieron cerca de 300 personas, entre ellas Sáenz de Buruaga, director general de la Guardia Civil. Pero quien se ganó los aplausos del respetable, fue la trianera Paquita Rico, que no sólo estuvo presente en el cine para ver la proyección de prueba aquel día (NO-DO), sino que también fue actriz en la primera película que se estrenó unos días más tarde en el Los Remedios: " Lavanderas de Portugal".


En 1966, al poco de fallecer el gerente del cinema, Francisco Rodríguez Ramos, la empresa Sánchez-Ramade, poseedora de una cadena de cines y teatros andaluces (en Sevilla era propietaria del cine Villasis) se hizo cargo del Los Remedios. Abajo, una imagen de la fachada, concretamente del año 1968:



A principios de los 70, grandes artistas del momento como Victor Manuel o Mari Trini actuaron en el escenario del cine de la calle Asunción. En 1978, el gerente José Muñoz Díaz anunciaba la definitiva reestructuración de la sala, que se convertiría en cine-teatro. Era, con más de mil localidades la mayor de Sevilla dedicada a la representación teatral. En la foto de abajo, exterior de la sala, a finales de los años 70. Delante del cine, un querido 600:



Desde fines de los 70 hasta principios de los 80, el Teatro-Cine Los Remedios llegó a rivalizar con el Álvarez Quintero, gozando de actuaciones memorables: las de las compañías de Lina Morgan (1978), de Las Leandras de Angel de Andrés, de la Compañía quinteriana Teatro Breve; Marifé de Triana (1979); o los humoristas Pepe Da Rosa, Paco Gandía, Manolo de Vega, Josele, Los Morancos de Triana (1983), etc. Aunque sobre 1980 sobrevino una crisis en el mundo de los teatros, pero pese a todo continuaron las actuaciones y presencias de artistas y cantantes, como por ejemplo en 1982, cuando Javier Gurruchaga estuvo presente en la presentación de Bésame tonta.

De todas formas, el Los Remedios no pudo mantenerse y llegaron nuevos tiempos para la sala. En diciembre de 1984, ya con nuevos directores, se transformó en la mítica discoteca Piruetas (de la cual hablaremos en su momento), para ser actualmente el Bingo Los Remedios. De todas formas, si alguna vez pasáis por la fachada (el detalle es que sigue habiendo una farmacia al lado y que las casas de arriba son las mismas) o accedeis al interior, no olvideis que aquel espacio fue uno de los cines de invierno y teatros más importantes de Sevilla.



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