miércoles, 16 de agosto de 2017

SEVILLA JOVEN: LOS AÑOS 80 (I)

En la década de los 80, Sevilla pasó a ser un reflejo de las necesidades y tendencias de una generación de jóvenes que se encontraron con una "movida" local en la que discotecas y bares de copas pasaron a ser los principales lugares de diversión en aquellos tiempos.  Era la continuidad de un decenio anterior, donde desde 1978 la mayoría de edad pasaba de 21 a 18 años, y los adolescentes de forma menos tímida y más masiva, aún con más libertad, hallaban nuevos puntos de encuentro y experimentación. 

Los "progres" y los "pasotas" comenzaban a estar en declive, mientras que las tribus urbanas emergían fuertemente influenciadas en el vestir o bien por los estilos musicales (donde tuvieron en este decenio su máxima expansión): Punkis, heavys, rockers, mods, technos, breakers..; o por la economía: Pijos, poligoneros... Ese fue, a grandes rasgos, el aglomerado que formaba la tarde-noche hasta madrugada joven de los fines de semana. 


Respecto a los pubs o bares de copas, la insignia de la "movida" sevillana se aglutinaría en el barrio de Los Remedios, mientras que Las siete Revueltas, Arenal o la Plaza de la Gavidia serían lugares también importantes para la juventud en el casco antiguo.  


DISCOTECAS: VIAJE AL MUNDO PERDIDO

El mundo de las discotecas en la Sevilla de los años 80 se hallaba algo estratificado; no se conocían complejos donde estuvieran agrupadas y, todavía, libres de leyes de ruido, jugaban su papel en el centro. Esta circunstancia, unida a que con ciertas edades por aquel entonces se solía salir temprano para recogerse pronto, suponía que básicamente no había muchos sitios donde acudir, por lo que había que seleccionar uno o dos en un mismo día. Era el oscuro mundo, en que los colores malva y azulados del neón impuesto por la moda italiana, relucían, al son del italo disco, del break dance, del techno / sinth pop o del high energy. Pero también se invitaba a ligar, ya que las sevillanas y la música lenta formaban parte de aquel universo.

El mundo de la discoteca tuvo su auge en esta época, cuyos primeros años mostraron una amplia lista en cuestión de salas de baile: destacaban Holiday ( sobre la que tenemos un artículo en este blog ), Zodiac y Don Felipe ( ambas en la calle Felipe II, la primera frente al desaparecido paso a nivel ), Tucán ( Blas Infante ), Petrarca y Skipper ( Monte Carmelo ), Turín ( Asunción ), o el Mesón Casa Luciano ( Manuel Siurot ), Escorpión ( Ramón y Cajal ). A partir de 1984, mientras unos cerraban fueron sumándose otros locales nuevos, tales como el Hola Ola ( Salado ), Dragón Rojo ( luego B 60, calle Betis), la Reja ( La Campana ) o el Califas disco pub ( Menéndez Pelayo ). Como ven, Los Remedios jugaba un punto importante de encuentro, erigiéndose la Plaza de Monte Carmelo como centro neurálgico de la movida, con sus disco bares, mientras que el Piruetas ( Asunción, hoy un Bingo, antes la mencionada Turín ) es la sala de baile más grande.
El Don Felipe ( abajo ) se encontraba bajando la cancela que aún existe en este antiguo edificio. A partir de 1999 y hasta 2005 fue conocida como Doblón. Sin embargo, el Don Felipe constaba como discoteca desde 1970. Lugar alejado de las movidas del centro, muy oscuro por dentro. Eran tiempos en que cada local solía abastecer a la clientela de su barriada. La gente no venía de muy lejos normalmente, habida cuenta en que el boca a boca era el principal medio de información. Aquellos domingos solitarios en los alrededores daban un romanticismo que hoy no existe ni por asomo.
Abajo, caja de cerillas publicitaria de La Reja, así como una imagen del letrero anunciador, tomada en la Semana Santa de 1989, pasando el Cristo de la Fundación. La sala se hallaba en el mismo edificio de la Confitería La Campana, en la calle Sta. Mª de Gracia. La Reja comenzó a popularizarse debido a las fiestas que los jueves se hacían para los guiris, acudiendo muchos jóvenes de las primeras academias de intercambio.
No era de extrañar que en cualquier avenida, ronda o lugar inconexo hubiera alguna discoteca, como por ejemplo La Recua, primera discoteca de verano / invierno en Sevilla, que abrió desde junio de 1984 hasta 1989, construida sobre la antigua piscina San José; o el Contrapunto, que se pasó a llamar Figúrate en el 89; el Metal en Jesús del Gran Poder ( 1985 y 86 ), que también cambió de nombre para luego conocerse como Acordes; o Disco Límite, en Capuchinos. Sin olvidar los garitos de Reina Mercedes.

La construcción de la SE-30 a su paso por Guadaira, al igual que el nuevo FREMAP, fueron hechos que dieron lugar al final de La Recua. La famosa discoteca de verano, se hallaba precisamente casi al final de la Avenida de Jerez, aproximadamente ocupando lo que hoy es repetido FREMAP. El 29 de septiembre de 1989 se celebró una histórica fiesta de clausura por todo lo alto, en la que tocó el grupo pop sevillano Los amos del mundo. En los 90, La Recua continuó con sus proyectos, uno en la Expo 92 y otro que abrió allá por el 95, en San Juan de Aznalfarache; pero, claro, la década no era la misma y las cosas no eran iguales. Abajo, vemos una fotografía aérea de la discoteca en 1988 y un panorama del recinto, con su piscina, en su última noche. Más abajo, anuncios publicitarios del Figurate y Disco Límite.
 En 1985 surgió otro sitio nuevo, el Roll Dancing, situado en la calle Calatrava, rozando la Alameda de Hércules, disponiendo de una pista de patinaje, frente al antiguo Cuartel de Caballería. Creemos que permaneció abierto hasta principios de los 90. Abajo, en la izquierda de la imagen, apenas se vislumbra el letrero de la discoteca:
En 1987 sabemos que se comienza a aplicar el "derecho de admisión" en muchos casos de manera ilegal e injusta: las discotecas RRÍO ( hoy Boss ) y EM de invierno y verano ( ¿ recuerdan al que se ponía en la puerta con el chubasquero amarillo ? Pues ese era Cristóbal Soria, ya saben. ). Es un período en que se coincide con el declive del Holiday, Piruetas, Hola Ola, Groucho ( Arenal ), mientras otras cerraron y la dependencia para los discotequeros que buscaban algo nuevo se podía convertir en un suplicio.

La aparición, ya en 1988, de la llamada "música de importación" no era otra que la llegada del acid house o el bakalao, estilos que invitaban a beber, bailar sin descanso hasta altas horas de la madrugada. Se empezaba a perder la discoteca como lugar de reunión.

Izquierda, letrero de neón del Piruetas, abierta desde 1984 hasta 1988. Una discoteca ejemplar para los más jovenes. En 1987 fue objeto de una importante reforma, mientras que en 1985 fue escenario del grupo musical sevillano Dogo y los Mercenarios.


LA GAVIDIA, SIETE REVUELTAS, TRIANA, LOS REMEDIOS....

Si hubiera que mencionar todos los disco bares y pubs que funcionaron en la Sevilla de los 80, concebidos especialmente para la gente joven, hablaríamos de una lista interminable; pero lo cierto es que aquel decenio conllevó la proliferación de estos servicios. En paralelo a la discoteca, acudir a los disco bares y su entorno se convirtió en un rito cada viernes o cada sábado. Por supuesto, las horas tempranas de la noche y de la tarde, eran testigos de que los adolescentes de entonces disfrutaran de aquel ambiente

Los Remedios fue, indudablemente, el "rey" de la movida juvenil ochentera en nuestra ciudad, obviamente, en ambiente no undergroud, al contrario que otros lugares del Casco Antiguo. Dos zonas eran las principales: la Plaza de Monte Carmelo y Carrero Blanco / Ramón de Carranza. segunda de ellas, estaban el Glass, Wind, Himalaya, Néctar, etc. Todo ello, sin olvidar calles como Madre Rafols, Sebastián Elcano, Virgen de Begoña, Virgen de la Cinta o Padre Damián (La Canasta), en cuyas cercanías estaba el LLar y el Café Juvenil.

La plazoleta de Monte Carmelo / Sebastián Elcano llegó a ser un foco importante en la concentración de la juventud, mencionándose lugares como el Chess, La calle del Flash, Fresas, Ñam Ñam, Glub-Glub, Mic-Mic, Colores, Zerocotroco, Crisis ?, etc. Cequita de todo esto, la calle Fernando IV, donde estaban el Pistacho, el Líquido o el Pub Bauhaus con sus chapolines. 

De Madre Rafols y adyacentes recordamos el Tendido 5 ( ¿ se acuerdan de las tapas de patatas ali oli y bravas a 25 pesetas ? ), Carupano, Ferrari, El Lío, Tabanco, La Galera....

En la calle Virgen de la cinta se hizo muy popular la litronería La Alemana, donde la litrona de cerveza se destapaba con un abridor incrustado en la pared. En 1992 La Alemana fue clausurada por el Ayuntamiento. Entonces proliferaban las tiendas de comestibles que servían alcohol a menores, consumiéndose en la calle; pero, para bien o para mal, contribuyeron a formar parte del ambiente de entonces. En aquella misma calle también destacaron La Gramola y Las Riendas.

En 1986, el entonces jugador del Real Betis Balompié, Gabriel Humberto Calderón, puso en la céntrica Plaza de la Gavidia un bar llamado Gaby. Junto al Gaby se acumulaban otros bares y bodegas como el Gris, Kilim o La Venera. Un ambiente donde las edades se mezclaban. Abajo, la Gavidia en 1989, con los bancos llenos de jóvenes:
Pero Triana no se quedaba atrás. La calle Betis, repleta de baretos, también era cónclave importante, con locales como El Metro, El Mondial, Sky o Dalí....
En el centro, el tema de los disco bares de copas también tuvo su protagonismo. El ambiente rocker o heavy también tuvo su espacio: El Bourbon, el Amor de la calle, el Tren o el Maketa, tras la desaparición de todos ellos, con el paso de los años, se convirtieron en recuerdos míticos de las vivencias de muchos jovenes.
Tampoco podemos olvidar a la Alameda de Hércules ¿ Qué había por aquel lugar en esos años, cuando el bulevar aún estaba acuciado por el mundo de las drogas y la prostitución ? Aún así, para gustos y edades diferentes, dos lugares de entre los que sobrevive todavía uno, el Fun Club; el otro, el IBÍO con sus campeonatos de chapolín ( antiguo Cafetín Ojalá ): 
Las Siete Revueltas fue ( y sigue siendo ) otro lugar interesante en la movida sevillana, junto a la Cuesta del Rosario, donde existieron muchos garitos que también tuvieron su tiempo y su moda, tales como La Mina ( popularmente Las Jarras ), donde se servía cerveza barata; o los que vemos abajo, entre otros muchos, incluyendo la Rebotica y el Sopa de Ganso como supervivientes de hoy en día: 
El Arenal también tuvo sitios como el Bar Iberia ( Almirante Lobo ), Bar Triángulo, o Los Punkies ( Harinas ), entre otros. 

Este homenaje a la movida juvenil ( y no tanto ) sevillana de los ochenta, no se olvida de otros lugares que, de una forma u otra, formaron también parte de ese puzzle - que tratamos de medio construir -:  el Bar Caos en Chapina, la Bolera ( Luis Montoto ), el Disco Bar Poseidón en Marqués de Paradas, al igual que el Antenna, el Área 2 en Albuera, el Patio de San Laureano, o el Bestiario ( que aún continúa ).   
A finales de los 80, la noche empieza a "funcionar" en muchos sitios ya de madrugada en adelante. Son cada vez más los jóvenes que llegan tarde a casa o viven independientes. Será el preludio para un nuevo escenario en una Sevilla, todavía "pueblo grande", a la que aún no se habían incorporado por cuestiones de edad los jóvenes de barrios periféricos nacidos en la etapa de la Transición Española, que tendrían su eclosión a partir casi la primera mitad de los 90, etapa en que muchos jóvenes adultos y adolescentes gozaron de mayor libertad y nivel económico, acceso a vehículos, empezaba la botellona, acceso a la inclusión de drogas de diseño, aparición del fenómeno "cani", la globalización, etc.

Hasta aquí este, creemos, digno especial dedicado a los bares de jóvenes y discotecas, cuya continuidad seguirá en un próximo reportaje que tratará otros aspectos diferentes de la juventud sevillana durante la década de 1980.

Publicado el 07/11/2013 en Facebook, Google +, twitter. Por favor, si copia indique la procedencia y el autor del blog..