viernes, 13 de octubre de 2017

EL CINE BÉCQUER, EN LA MACARENA

EL CINE DE LA MACARENA

Entre los cines que más tiempo sobrevivieron en Sevilla destacó hasta no hace aún muchos años la sala Bécquer, situada en la calle del mismo nombre y a tiro de piedra de la Basílica de la Macarena.

La historia del cine Bécquer se remonta al año 1940, cuando el empresario Agustín Jiménez Trujillo hizo construir una sala por mediación de la popular empresa Agromán, Empresa Constructora, S.A.; mientras que los trabajos corrieron bajo la dirección de los arquitectos Felipe y Rodrigo Medina Benjumea. Este último, autor de la Estación de Autobuses de Cádiz y del edificio de cocimiento de la Cruz del Campo, realizó en este cine una notable obra del racionalismo en Sevilla. La nueva fábrica sustituía a un espacio que ocupaba una vieja pista de tenis.

Abajo, aspecto del edificio, antes del día de su inauguración del 23-11-1940.
La obra constituía un aprovechamiento del ángulo de la manzana, creando una composición plástica y orgánica única en nuestra ciudad. Los cines Victoria y Florida, inaugurados entre 1939 y 1940, respectivamente, compartían ideas similares en su construcción. El Bécquer fue realizado en hormigón armado, mientras que la decoración pictórica interior corrió a cargo del pintor sevillano Manuel Corrales (+1975).

El cine Bécquer cumplió a su perfección durante 60 años su función de cine de barrio: Su fachada, muda expectadora de caminos cofrades, mientras su esquina a Fray Luis Sotelo se hizo popular con los años ( "La esquina del Bécquer"), lugar de espera y encuentro de amigos y de novios. Zona de talleres de bicicletas y motos, ferretería y tienda de alimentación. La Resolana, solitaria en los 70 se ve desde la esquina un domingo....
La imagen que contemplamos a la izquierda, arriba, se fotografió a principios de los años 90, últimos tiempos del Bécquer. Aún estaba la reforma realizada en 1974, ya que el porsche todavía daba la impresión de ser el mismo.
"Ojos inocentes", de 1939, fue la película que inauguró la sala, tras haber sido proyectada la película argentina "La modelo y la estrella". No obstante, el Bécquer llegó a funcionar en su apogeo, allá por los 60, 70 y parte de los 80, también como sala de estreno, aunque en esa última década hubo funciones de "Arte y Ensayo". 

En el plano de los estrenos, por su calidad, destacamos cintas como "Y al Tercer Año resucitó" ( 1980. Dir: Rafael Gil ), " El último metro " ( 1980. Dir: Francois Truffaut ), por citar algunas; mientras que de entre las películas del Hollywood americano o del resto del panorama internacional, no faltaron celuloides de todos los géneros como " Jason y los Argonautas" ( Don Chaffey ) , " El color púrpura " ( Steven Spilberg ), o " Le llamaban Trinidad" ( Enzo Barboni ).

El Bécquer, al igual que otras muchas salas, tuvo que recovertir su espacio, dotándolo con las necesidades de la época transformándose en un pequeño multicines. Se acercaban los años en que las identidades visuales y estructurales que vivieron generaciones, comenzaron a ir difuminándose: las otrora calles tranquilas y dejadas, que conservaron su bullicioso tránsito para acudir en días señalados a sitios concretos, pasaron a convertirse en lugares de paso continuo sin ton ni son; los vecinos de siempre fueron sustituidos progresivamente; las viejas estructuras fueron demolidas, machacadas, transformadas y reconvertidas....pues algo así le pasó a nuestro cine, que "parmó". Hoy en día es una superficie comercial que no nos merece la pena subir aquí; mejor nos quedamos con un recuerdo original de aquellos tiempos, que es lo nuestro.




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