viernes, 13 de octubre de 2017

LA ESTACIÓN DE SAN BERNARDO


La estación de San Bernardo fue encargada por la Compañía de Ferrocarriles Andaluces al ingeniero Agustín Juberd en 1902. Con la inauguración de esta estación, Sevilla contaba con dos grandes edificios ferroviarios, contando la de Córdoba, que pertenecía a la compañía MZA (Madrid-Zaragoza-Alicante). La de San Bernardo se construyó siguiendo los cánones clasicistas, con arcos de medio punto, pilastras y balaustradas clásicas. El material empleado fue el ladrillo (material por antonomasia en la arquitectura sevillana) y la piedra, dándole al edificio un interesante juego cromático entre el rojo del ladrillo y el blanco de la piedra utilizada en cornisas, puertas y ventanas, además de diferentes elementos decorativos.

Hablar de la estación de San Bernardo era hablar de trayectos hacia Utrera, Jerez, Puerto de Santamaría o Cádiz como destino final. En los años 70 y 80 muchas familias sevillanas elegían la Tacita de Plata y alrededores como destino vacacional. Principio y destino de viajantes, turistas, marineros.... Pero las obras de 1992 -para no variar- acabaron con cien años de terminal ferroviario. Actualmente, las dependencias y la marquesina forman el mercado de abastos de San Bernardo. Sin embargo, lo poco que se conserva, en estos tiempos de globalización y cambios continuos en el que se controla todo lo utilizable, las vetustas estructuras vuelven una y otra vez a padecer la intranquilidad sobre su supervivencia.


Arriba, imagen a color de la estación en la entrada de los trenes por una de las vías del trazado. Aún estaba en funcionamiento en 1991. A la izquierda, el muro que marcaba la separación de la zona ferroviaria. La pared está formada por tableros divididos por pilastras salientes. Para los nostálgicos, amantes de la conservación de los viejos reductos, aún se conserva; sin embargo se halla pintado por grafittis. Lugares ocultos, perdidos en el tiempo, en los que niños y adolescentes del barrio cercano vivieron sus aventuras y recorrieron lugares entonces prohibidos. Abajo, una espléndida toma fotografiada en 1980, en la parte de la salida con destino hacia Cádiz. 
Arriba, otra vista del interior de la Estación cuando se hallaba aún en activo. Las dependencias y oficinas aún se hallaban abiertas, pero actualmente todo está retocado y al servicio del mercado de abastos; pero ¿por cuánto tiempo? A la izquierda de la imagen, el muro antes de ser pintado.             
   

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