Nuestra serie sobre los campos o clubes de fútbol sevillanos desaparecidos no puede sostenerse sin que falte Triana como escenario histórico dentro del balompié hispalense. A orillas del Betis trianero, la cantera local tuvo mucho que decir en aquellos primeros años en que jugar al balón en un descampado, plaza o calle; era casi lo que había, porque si la tierra trianera respiraba fútbol, también estuvo necesitada de suficiente espacio donde pudiera practicarse. A ello, no fueron ajenos los Padres Salesianos, quienes durante décadas ofrecieron un soporte en el que muchos deportistas de Triana y Sevilla, nacieron, florecieron y murieron jugando a la pelota.
La construcción de las Escuelas Salesianas de Triana comenzó en marzo de 1926, cuando el Rector de la Congregación Salesiana, Felipe Rinaldi, colocó la piedra de inicio sobre lo que fue la antigua huerta de San Joaquín y finca de la Viuda de Servando Servón, frente al campo de Orozús. La aportación económica de los Condes de Bustillo, se antojó fundamental para la construcción de la obra, bajo planos de Antonio Gómez Millán. La parte occidental del recinto desembocaba y sigue desembocando en la vieja calle Juan Cotarelo ( Hoy Condes de Bustillo ), mientras que la oriental comunica con Sánchez Arjona, y la sur con Evangelista. Abajo, vista cenital de la ubicación en la actualidad:
La inaguración se produjo el 1 de octubre de 1935, siendo el edificio bendecido por el Cardenal Ilundáin, aunque hasta 1944 no quedó del todo finalizado, puesto que las necesidades espaciales fueron aumentando en la postguerra.
La fotografía que se ofrece a continuación, cortesía de los Salesianos, podría pertenecer perfectamente a los años 30, ya que aún no existía el campo de deportes. A la izquierda, las vías del tranvía de Condes de Bustillo:
La construcción de las Escuelas Salesianas de Triana comenzó en marzo de 1926, cuando el Rector de la Congregación Salesiana, Felipe Rinaldi, colocó la piedra de inicio sobre lo que fue la antigua huerta de San Joaquín y finca de la Viuda de Servando Servón, frente al campo de Orozús. La aportación económica de los Condes de Bustillo, se antojó fundamental para la construcción de la obra, bajo planos de Antonio Gómez Millán. La parte occidental del recinto desembocaba y sigue desembocando en la vieja calle Juan Cotarelo ( Hoy Condes de Bustillo ), mientras que la oriental comunica con Sánchez Arjona, y la sur con Evangelista. Abajo, vista cenital de la ubicación en la actualidad:
La inaguración se produjo el 1 de octubre de 1935, siendo el edificio bendecido por el Cardenal Ilundáin, aunque hasta 1944 no quedó del todo finalizado, puesto que las necesidades espaciales fueron aumentando en la postguerra.
La fotografía que se ofrece a continuación, cortesía de los Salesianos, podría pertenecer perfectamente a los años 30, ya que aún no existía el campo de deportes. A la izquierda, las vías del tranvía de Condes de Bustillo:
Aunque ya en 1930 se jugaba en un Campo situado en Pagés del Corro, las primeras noticias que nos llegan sobre el campo de fútbol de los Salesianos es en el Campeonato de 3ª Categoría, al jugarse un partido entre equipos trianeros.
Sin embargo, no fue hasta 1941 cuando Sánchez Pizjuán, Presidente del Sevilla FC llegó a un convenio para utilizar las instalaciones; y al parecer, el campo de fútbol sufrió una remodelación ( Correo de Andalucía, 17-05-42 ) que sirvió para que allí dispusiera su sede deportiva el Triana C.F., una nueva entidad fundada por Rafael Gómez de Celis y Mateos, que de esta forma, comenzando en la Primera Regional, sustituiría de alguna forma al histórico club del mismo nombre que se había fundado en 1917. En Los Salesianos, el Triana vivió una etapa histórica, ya que ascendió hasta la Primera Regional, cerca de la Tercera División, entre las 47-48 y 48-49. Para la Historia queda la victoria trianera, nada más y nada menos, que ante el Xerez Club Deportivo, por 2 a 1. Abajo, imagen del equipo en 1947 que jugó en el Subcomité ante el CD Alcalá:
A partir de 1963 el terreno de fútbol que nos ocupa, pasó a ser un gran protagonista del balompié sevillano, pues el Real Betis Balompié concertó con la entidad salesiana un acuerdo para que sus escalafones inferiores utilizaran las instalaciones. El campo recibió una remodelación profunda de cara al nuevo proyecto, tal y como lo anunciaba la prensa de entonces:
Algunas de las reformas anunciadas, tales como el excesivo aumento del aforo de la instalación, no se llevarían a cabo. El Betis, fiel a su irregular Historia, no culminaría aquel proyecto y el Triana Balompié, en poco tiempo, pasó a jugar en el Villamarín.
Joaquín Arbide, en su libro "Sevilla en la retina", nos enseña una imagen inédita, cortesía del fotógrafo Enrique Núñez Díaz del campo de los Salesianos. La entrada era por la calle Constancia:
Representantes genuinos de la cantera del Real Betis Balompié en los años sesenta, vistiendo la camiseta de uno de los equipos del Triana Balompié. En el centro, Antón, junto a Telechía, quienes destacarían con luz propia en el primer equipo blanquiverde. Imagen cedida por Francisco Labrada Telechía:
Abajo, una formación de categorías inferiores del COLSPE, cuando corrían otros años. Una entidad que dio muchos frutos a la cantera sevillana balompédica. Fundado a mediados de los 60, el Colegio San Pedro llegó a ofrecer jugadores de la talla de Quino, Vicente Parra, Selu, el portero Hierro, etc.
Panorámica aérea del recinto deportivo junto a las Escuelas, en 1982. Por aquellas fechas aún se celebraban trofeos muy conocidos como el Condes de Bustillo y el Esperanza de Triana, para distintas categorías, al igual que un popular trofeo de fútbol sala.
Las nuevas pistas polideportivas sobre el campo de fútbol acabaron con el deporte rey en los Salesianos. Se coincide con la creación de los nuevos campos del Charco de la Pava, sin embargo bien es sabido, por una circunstancia u otra, la escasa importancia que existe en esta ciudad cara a la conservación de algunos aspectos tradicionales / cotidianos, como pueden ser los espacios dedicados al balompié. El Charco vive tiempos propicios para el rodaje del balón, lástima que a expensas de decisiones consistoriales. Quizá estos terrenos sigan durando muchos años y sus gradas envejezcan con el tiempo, igual que las tapias de los Salesianos.
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